Éramos pocos y parió la abuela: la saga más célebre de la literatura francesa regresa a las librerías para dar su estocada final.
En un universo donde lo ficticio es primo hermano de lo real, lo que tenía que ser un secuestro de mentira ha desembocado en un rapto de lo más serio. Al frente está Pépère, un anciano en apariencia amable, que comanda un ejército de niños pequeños pero matones. Una red que Alceste, el escritor del género de la verdadverdadera, está dispuesto a destapar en su nueva novela, a menos que alguien lo impida. Con este embrollo deberá lidiar nuestra familia favorita de la ficción, los Malaussène, mientras espera la llegada a la tribu de un nuevo miembro: el pequeño Término.
Bienvenidos al desenlace de una de las sagas más divertidas de la literatura francesa, en el que tiene cabida todo: desde ingresos residenciales hasta viajes a Estocolmo para asistir a los premios Nobel, chifladuras literarias y pantomimas criminales. ¿Quién dijo que las historias domésticas eran incompatibles con las tramas policiacas, la crítica literaria, la política y el humor? De este megamix, como de una pócima esencial, Daniel Pennac logra extraer lo impensable: una sátira contra los excesos del sistema económico actual y una oda tanto a la paternidad como al oficio de engendrar historias.
La crítica ha dicho?
«El final de TérminoMalaussène es un espectáculo de fuegos artificiales. La astucia literaria de Pennac está en su punto álgido».
Christine Ferniot, Télérama
«Una suerte de festival de ideas, una novela con verdadero encanto».
Olivia de Lamberterie, Le Masque et la Plume
«Pennac resucita a su tribu legendaria en un thriller felizmente libertario».
Grégoire Leménager, L?Obs
«Desborda ternura y melancolía bajo una capa de humor. Cómo no hacerlo al tratar un tema que nos obsesiona a tantos: la familia». Virginie Bloch-Lainé, Elle
«Lo importante es el retrato que hace de un mundo injusto y asqueroso en el que sus personajes nos invitan a reencontrar un rincón para la felicidad y la esperanza y la justicia».
Rosa Mora, El País
«En una época deprimente, Pennac defiende lo rocambolesco y la imaginación desatada».
A sus 37 años Vicente sigue compartiendo vida y negocio con su madre. Quiere que todo cambie, pero no sabe cómo hacerlo. ¿Quién te enseña lo que no sabes? ¿Dónde se aprende a vivir mejor? A pesar de ser un tipo al que todos aprecian, tiene un importante talón de Aquiles: su indecisión y su afán por complacer a todos, lo que le lleva a enmarañarse en relaciones afectivas confusas. Un accidente doméstico deja a su progenitora impedida temporalmente, momento que Vicente aprovecha para revolucionar su vida de la manera menos inteligente posible: enamorándose de Corina, la asistenta, cuya personalidad no es tan clara como parece.
Para Berta, pasar seis semanas de vacaciones sola en casa no estaría mal si, al menos, tuviera un perro que de vez en cuando apoyase la cabeza en su regazo... Pero las estrictas normas del tío Eduardo prohíben tener animales sin plumas en casa. Antes de que Berta pueda deprimirse llega su prima Búha de visita, una niña muy espabilada y con grandes gafas redondas que sabe muy bien qué hacer para no aburrirse en vacaciones: repartirán carteles por el barrio ofreciéndose para cuidar los perros de los vecinos. Sus travesuras, su ingenio y su profundo amor y respeto a los animales deleitarán a todos los lectores.